En una sociedad tan conflictiva, volátil y susceptible como la actual, es necesario la irrupción de ciertos voceros que no teman decir algunas verdades que muchos omiten u ocultan por miedo a la enorme cantidad de “jueces” que encontramos en cualquier red social, pues nuestros amigos de Rise Against no se andan con esos rodeos.
Posicionados en una sólida propuesta fundamentada en el punk rock y el hardcore melódico, Rise Against lanza “Nowhere Generation” que supone ser el décimo álbum de estudio para este cuarteto de Chicago, que pese a poder considerarse ya una banda de vieja guardia, nos presenta un sonido bastante moderno complementado con la contundencia de siempre.
“Nowhere Generation” llega en un punto álgido de la historia moderna, en pleno final de la pandemia y en medio de una crisis social estadounidense que aun sigue con heridas abiertas, todo esto arma un coctel perfecto para componer un álbum de punk, que si le sumas las épicas melodías, rapidez y una vibra un tanto skate punk, lo mas probable es que sea un gran álbum.
EL ÁLBUM
Desde la primera canción hay que subir el volumen, pues “The Numbers” no escatima en nada y marca la partida de un álbum sin puntos bajos, “Sudden Urge”, la homónima “Nowhwere Generation” y “Talking to Ourselves” ponen un condimento mas comercial con cierto sentimentalismo que refresca el oído, canciones más calmadas, pero musicalmente muy dinámicas; este concepto explota y llega a su punto magistral en “Broken Dreams, Inc.” donde las guitarras ligeramente distorsionadas y un bajo protagonista al inicio complementan con la velocidad y peso del hardcore melódico.
“Forfeit” pone el ambiente acústico y melancólico y después regresar al skate punk en “Monarch”, el clímax del álbum se puede decir que llega en “Sounds Like” pues es la canción que mejor idealiza el concepto general del álbum, musical y semánticamente hablando, ya el final va a cargo de tres canciones consistentes y un tanto mas de fondo, hablo de “Sooner or Later”, “Middle of a Dream” y “Rules of Play” que redondean un álbum consistente, disfrutable y sincero.
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