
Nuestro invitado de hoy es Juano Galende, un musico nacido en Santiago, Chile. Su primer acercamiento a la música es a través de la escucha en casa, donde había de todo. Una combinación de estilos muy influenciada por el multiculturalismo y la diversidad de géneros, libros y cine.
Juano Galende dedicó su adolescencia a la producción de Hip hop, de donde sacaría más tarde herramientas para crear, samplear y experimentar. A los 19 años decidió dejar Chile y se instaló en Buenos Aires, donde inició un breve proyecto solista que combinaba folk e indie, pero con la canción como actor principal. Editó su único disco “Pájaros y Motores”, con el que salió a tocar en diferentes lugares en Buenos Aires.
Comienza a desarrollar su carrera a partir del 2021, lanzando “No es mucho, pero es todo” y “Fuera de casa” más abocado hacia el Synth Pop, con influencias del jazz y R&B. Actualmente está por estrenar dos live session y algunos sencillos.
Así que hoy de primera mano te traemos la palabra de Juano Galende, en una entrevista exclusiva para Global-Pop.
¿Cómo comienza la vida musical de Juano Galende?
Mira, no lo sé con exactitud, creo que, del juego, de la intuición.
Hay algo que nos reúne a los hombres alrededor de los sonidos, de las sensaciones que no se sabe exactamente qué es, pero que siempre nos vuelve a llamar. Lo que si recuerdo, muy vagamente, es de escuchar la música sin saber qué clase de fenómeno lo producía, o sea que me llamó la atención antes si quiera de saber que existía un instrumento. Y luego es como todo, te acercas, experimentas, vas por un lado y por otro, que se yo, y un día sos músico, y le dedicas la vida a esto.
Musical y artísticamente ¿Cuál es tu concepto?
Me gusta pensar la canción como una unidad en la que se pueden decir muchas cosas al mismo tiempo. Es como el bastidor en un cuadro, propone un aparente limite, en cuanto a su tamaño, por ejemplo, pero se pueden generar herramientas para decir millones de cosas diferentes en él. Por eso no me enmarco en un solo concepto, a veces el concepto es uno y a veces otro, depende lo que diga el alma en ese momento.
¿Qué significado tienen para ti, tus canciones?
Todas significan cosas diferentes, en algunas hay un compromiso emocional más fuerte. Yo sé que están escritas para desahogar algo, y hay otras más ligeras en las que lo que está funcionando es la música.
¿Cuál crees que es el rol de la música en este mundo contemporáneo tan caótico?
Creo que el rol de la música siempre fue el mismo, es el rol de la cultura en sí. Son expresiones en las cuales los hombres nos agrupamos para darle forma material a las emociones. Después está todo el resto que nada tiene que ver con la música, el espectáculo, o el éxito, a sido una experiencia breve en la historia de la humanidad, y no creo que sea importante, puede pasar cualquier cosa pero los discos se van a seguir creando, los libros se van a seguir escribiendo y los cuadros se van a seguir pintando.
Me gusta la cantidad de música que se está haciendo, me gustan las fusiones, me gusta abrir spotify y encontrar siempre algo diferente para escuchar.
¿Con que te quedas del resultado de tu último single “No es Mucho, Pero es Todo”?
Es un puntapié artístico para mí con el que estoy muy contento y conforme, ha tenido muy buen recibimiento, y siento que ya le toqué el alma a algunas personas y eso es todo lo que importa, así se cierra el circulo.