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DEAD CAN DANCE: Si los muertos caminan, la muerte puede bailar

La fortaleza de los grandes creadores, es que pueden influir a otros, permitiéndoles amalgamar estilos, formas y corrientes, cuyo producto raya en lo magistral. En el artículo de hoy,  dos músicos cuya trayectoria es tan diversa como exuberante, y su identificación o nombre al mejor estilo de las series televisivas referidas a la muerte viviente, o zombis, se han procurado llenar espacios musicales con una importante aceptación. Integrado  por la australiana Lisa Gerrard y por el británico Brendan Perry, en Melbourne en 1981 y teniendo luego como base  desde mayo de 1982 a la capital del reino Unido. Su estilo o tendencia le ha ubicado como una de las bandas de culto más importantes dentro de  las escenas del rock gótico, dark wave, post-punk y world music. Sí hablamos de Dead Can Dance.

DEAD CAN DANCE
Lisa Gerrard y Brendan Perry

Dead Can Dance,es su nombre y pareciera enaltecer esa figura tan extraña como irremediablemente ligada a la vida como lo es la muerte.  Ian McFarlene en su Encyclopedia of Australian Rock and Pop”, en una oración muy breve reseña a Dad Can Dance como:

Paisajes sonoros construidos de grandeza fascinante y solemne belleza; polirritmias africanas, folklore gaélico, canto gregoriano, mantras de Oriente Medio y art rock.”

Ian McFarlene

Y es que Dead Can Dance se enriquece de las más diversas tendencias y corrientes musicales del planeta, bien sean estas de mundo musical contemporáneo o del folklore africano o árabe; apoyándose de una nutrida y bien formada orquestación, como respaldo de sus obras, creando atmósferas envolventes,  tenues e imperceptibles de una belleza perfecta. De acuerdo a diversas comunicaciones o charlas que han ofrecido, el nombre Dead Can Dance, es una  interesante excusa de revivir instrumentos ya en desuso o desaparecidos, como el “Yangqin” o la “Zanfoñao”.

Lisa Gerrard a parte de contar con una hermosa y cadenciosa voz, es ejecutante de instrumentos diversos. Su registro vocal considerado rico, profundo, oscuro y triste,  es de contralto, aunque sus devaneos mezzosoprano han estado presentes en diversas canciones. Además, interpreta  algunos temas con un estilo o idioma que ella ha perfeccionado desde muy joven, llamándole  “Idioglosia”, es decir, según sus afirmaciones,  es una lengua con la cual se ha podido  comunicar con sus dioses.

Hija de inmigrantes irlandeses, creció en el barrio multirracial de East Prahan, en Melbourne, Australia. Allí convivió con distintas culturas, como la árabe, italiana, turca, griega. Esa diversidad cultural tuvo particular influencia en su música”.

Eduardo Manola

Por su parte Brendan Perry, proveniente de un barrio de Londres  conocido como  Whitechapel, su origen y el de su familia es de Nueva Zelanda, de donde emigraron hacia Inglaterra siendo  muy niño. Influenciado por la movida de los años ´70 se aventuró en integrar el  grupo punk – rock The Scavengers, así mismo tocó con los Marching Girls. En las primeras de cambio de la década de los 80, formó Dead Can Dance en Melbourne con Simon Monroe, Paul Erikson y Lisa Gerrard, compartiendo tanto la vocalización como las composiciones con Lisa. Luego sin Simon Monroe, DCD,  regresa como dúo  a Londres, allí graban varios álbumes para el sello 4AD,  comenzando con el homónimo “Dead Can Dance” (1984).

Con Lisa Gerrard Perry también se embarcó en una importante relación romántica que duró varios años. “En 1998 Dead Can Dance se disolvió. En 1999 Perry se embarcó en una carrera en solitario con Eye of the Hunter (4AD). En 2008 dejó 4AD y en junio de 2010 lanzó el álbum Ark for Cooking Vinyl. En 2011 Dead Can Dance se reunió como dúo, lanzando un nuevo álbum al año siguiente, Anastasis”

https://kripkit.com/brendan-perry/

Dead Can Dance ha desarrollado toda una gama de excelentes trabajos, en lo particular he disfrutado de su primera obra homónima de 1984 además de “Anastasis” de 2012  y “Dionysus” de 2018. Es difícil describir su música dado que al escucharle, si se ama de la música clásica, del sonido de corales, de la mágica armonía del piano, flautas y de insólitos sonidos provenientes de instrumentos nada conocidos, se va dejar llevar de la mano de la música de Dead Can Dance, y por qué no, hasta sentirá como una alfombra mágica lo elevará a parajes lejanos, indescriptibles e inescudriñables.  Esto fue Sencillamente Progresivo versión digital, hasta pronto…

TÍTULOS

  • Dead Can Dance (1984)
  • Spleen and Ideal (1985)
  • Within the Realm of a Dying Sun (1987)
  • The Serpent’s Egg (1988)
  • Aion (1990)
  • Into the Labyrinth (1993)
  • Toward the Within (en vivo) (1994)
  • Spiritchaser (1996)
  • Anastasis (2012)
  • Dionysus (2018)

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AUTOR:

Omar Somaza

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