

Para nadie es un secreto que los mejores años de Caramelos de Cianuro caducaron hace tiempo. Sin embargo es aplaudible que aun tengan la voluntad de seguir sacando nueva música en un país que cada vez le presta menos atención a este género y con muchos problemas de diversas indoles. No obstante, casi como llaneros solitarios adoptan el estandarte de ser la imagen más superficial del rock venezolano a pesar de no ser en la actualidad los mejores interpretes en dicho género. Pues en “Control”, su más reciente disco realmente dejan mucho que desear.
El ahora “duo” de rock caraqueño Caramelos de Cianuro está estrenando su noveno álbum de estudio titulado “Control”. Me imagino que por cuestiones de la pandemia solo Asier Cazalis (Voz y Guitarras) y Pavel “El Ruso” Tello (Bajo, guitarras y coros) están sacando adelante este barco que se niega a hundirse. Y capaces de todo para sacarlo a flote hacen ahora este intento deliberado por montarse en el curso que dicta la tendencia.
Para nadie es un secreto que Asier nunca destacó por ser un prodigio de vocalista. Pero su voz calzaba con la actitud punk citadina con rock alternativo que tenía la banda en discos memorables como “Harakiri City”, “Miss Mujerzuelas” o “Frisbee”. Pero ahora realmente tengo sentimientos encontrados a la hora de descifrar este nuevo álbum, pues por un lado tenemos una buena propuesta instrumental con riffs y recursos interesantes. Por otro lado nos encontramos con unas letras muy deplorables, si montas esas letras a unas pistas de reggaetón o trap encajarían mejor que con el latín rock que ahora proponen.
CARAMELOS DE CIANURO Y SU INSTINTO DE SUPERVIVENCIA
No todo es malo, como dije la propuesta musical e instrumental es muy interesante, pues incursiones en géneros como el hard rock y latín rock. También destellos de su clásico rock alternativo le dan dinamismo y distintas texturas a un álbum que no destaca en la parte vocal.
Dentro de tanto desacierto podemos salvar unas cuantas canciones, más allá de un inicio de álbum prometedor con “Booty Call” y “Sexo” que no dejan de ser superficiales. Tenemos que esperar hasta la quinta canción, “Que El Desayuno Espere” es la primera canción que logra mover la fibra, una canción relajada con una guitarra ecualizada en tonos medios y un suave delay que marca el feeling.
Pese a lo destacable de esta canción inmediatamente vienen quizás las peores canciones del álbum “Oreo” donde se desperdicia un genial riff en el coro pero con una letra atorrante y un tanto ridícula, luego “Te Vas Me Voy” parece caer como una mera canción de relleno. De la nada aparece “The Cure” haciéndole honor a su nombre, con un estilo neo post punk, como si fuese una canción de otro álbum. Acá encontramos la canción mas sincera del álbum, relatando un pasado con el cual es muy fácil identificarse.
“Ponte Cara” y “Zombie Love” pasan sin pena ni gloria para llegar a un final totalmente inesperado con “Kalashnikov”. Una canción de crítica, de letra consciente y con una base punk, ¿wtf? Nada que ver con el resto del disco, pero de lejos la mejor canción del álbum, y dejarnos con una sensación engañosa sobre lo que escuchamos por casi una hora.
EN CONCLUSIÓN
La verdad es que no hay una verdad, muchos me podrán decir que el disco les ha encantado, pero yo acá vengo a hacer un análisis más allá de lo musical, a lo artístico y lo profesional, lo coherente y lo semántico. Basándome en eso creo que si este álbum de Caramelos de Cianuro hubiese sido instrumental hubiese tenido mejor resultado final.
CALIFICACIÓN GLOBAL-POP!
6/10
ARTISTA: Caramelos De Cianuro
ÁLBUM: Control
GÉNERO: Latin Rock
PAÍS: Venezuela
AÑO: 2021